Ya oficialmente estamos en otoño, y he querido preparar algo sencillo, delicioso y nutritivo utilizando calabaza. Es una receta fácil y pero con un sabor bien particular.
Ingredientes – Porción para 1 persona
200 gramos de calabaza pelada y sin semillas – cortada en trozos pequeños
1 papa mediana – 170 gramos aprox – cortada en trozos pequeños
1/4 de cebolla mediana – 60 gramos aprox – cortada en trozos pequeños
1 cucharada de sésamo o ajonjolí tostado
1 cucharada de aceite de oliva
1 diente de ajo pequeño
3 tazas de caldo ligero de pollo o vegetales
Gengibre en polvo
Paprika
1 cucharada de crema de leche
1/2 cucharadita de mantequilla
Sal y pimienta
Preparación
Colocar en una olla el aceite de oliva y la calabaza, la cebolla, la papa y el ajo a sofreír hasta que la cebolla empiece a dorarse.
Añadir el caldo y hervir hasta que se los los trozos de papa estén tiernos. Enfríar.
Verter el caldo y los vegetales en la licuadora. Añadir la crema de leche, el sésamo y licuar hasta que todo se haya desintegrado por completo.
Verter la crema nuevamente en la olla, hervir a fuego medio/bajo. Añadir una pizca generosa de gengibre, una pizca de paprika, sal y pimienta al gusto.
Una vez haya adquirido una consistencia cremosa, apagar el fuego y añadir la mantequilla. Revolver hasta que esta se haya derretido por completo. ¡Listo! Ahora solo resta servir bien caliente. Si lo prefieres puedes añadir sésamo entero, trocitos de pan tostado y un chorrito extra de aceite de oliva.
Nota: Si no tienes disponible caldo de pollo o de verduras, puedes utilizar agua y saborizarla con un toque de caldo de pollo en polvo. Opcional.